
El sistema de salud en los centros penitenciarios de México se ha puesto a prueba por la llegada de la pandemia en algunas cárceles del país. Los casos van en aumento.
Hace una semana la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que los casos confirmados eran 27 y había 23 se mantenían sospechosos.
En su Primer Reporte de Acciones en Defensa de los Derechos Humanos hizo un llamado a las autoridades a garantizar el derecho a la salud de esta población.
La organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos reportó el pasado 30 de abril por lo menos 73 casos positivos de Covid-19 en centros penitenciarios, el doble de infectados en menos de una semana.
Asimismo, AsiLegal reportó dos fallecimientos por el virus en prisiones: la de un trabajador en Jalisco y un interno en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Los contagiados cumplen condenas en los estados de Jalisco con 45 casos, Yucatán en 11, Estado de México con 8, Sinaloa en 1, Ciudad de México con 5, Tabasco en 2 y Quintana Roo con 1.
Según reportes, hasta el momento 2 mil 66 personas que estaban en prisión fueron liberadas para prevenir más enfermos.
Sistema penitenciario en EL Salvador, en crisis en medio de la pandemia
En los últimos días de abril, el país centroamericano sufrió un incremento alarmante de muertes, 74 muertos en 4 días por violencia; cifra que supera las 12 defunciones causadas por el coronavirus hasta la fecha.
El alza de asesinatos se le atribuye al grupo criminal Mara Salvatrucha MS-13 que causó los números más altos desde que Nayib Bukele entró como presidente en junio de 2019.
Este hecho ocurrió mientras la mayor parte de la fuerza pública de El Salvador se encontraba controlando la pandemia e instando a la población al confinamiento.
El presidente Buekele decretó un estado de emergencia máxima en las cárceles y autorizó a la policía y el ejército el uso de la “fuerza letal para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños”.
Ante la sospecha de que las órdenes salieron de dentro de los centros penitenciarios, ordenó sellar lar celdas de las cárceles colocando láminas de metal para evitar la transmisión de mensajes y alojar a miembros de diferentes pandillas en una misma habitación.
El 2 de mayo, Nayib Buekele anunció que la situación ya había sido controlada y también la reactivación del “Plan Control Territorial” para el combate contra las pandillas.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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