
Durante el 2020 en México se realizaron múltiples adquisiciones de material médico y contrataciones debido a la pandemia de COVID-19. Respecto a esto la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró una serie de inconsistencias en los recursos nacionales utilizados para la obtención de material médico.
La ASF reportó irregularidades de 2 mil 754 millones de pesos en su informe de resultados de la fiscalización a la Cuenta Pública 2020, respecto a contrataciones y adquisiciones de equipo médico por parte del ISSSTE, Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), IMSS y el Insituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en el apartado de las auditorías financieras a la gestión de la emergencia sanitaria.
Uno de los daños más significativos fue en la compra de ventiladores por 920.4 millones de pesos. La compra de estos ventiladores fue llevada a cabo por la Cancillería Mexicana que negoció con la empresa Viva Enterprise Limited de origen británico la compra de mil ventiladores AEONMED VG70.
La empresa británica cobró al Insabi 416 millones de pesos por los mil ventiladores, pero entrego solo 50 ventiladores en julio 2020 al gobierno mexicano. Aunque reembolso 401 millones 531 mil pesos a la nación, aún así está estafa deja 920 millones 441 mil pesos por recuperar.
El Insabi ha estado tratando de exigir desde mayo 2021 el reembolso completo de la cantidad faltante, pero debido a que el contrato se celebró bajo las leyes de Reino Unido el caso está siendo juzgado en tribunales de ese país y deberá atenerse a las leyes del país para hacer valer la responsabilidad contractual de la empresa.
El caso de la empresa Viva Enterprise no fue el único que detectó la ASF. El Insabi no acreditó la entrega de 1 millón de mascarillas KN95 con un costo de 40.5 millones de pesos, tampoco aclaró los pagos de 2 mil 250 ventiladores con un valor de 600.3 millones de pesos, ni los retrasos en 18 millones de insumos médicos.
Por su parte el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizó 11 contratos en la compra de material hospitalario, pero no acreditó la recepción de bienes con valor de 4.8 millones de pesos y tampoco aplicó penalización de 11.7 millones por el retraso en la entrega de cubrebocas. Con esto se suman alrededor de 2 millones 561 mil pesos que el Insabi aún no ha podido aclarar.
El Semanario Gráfico inició circulación en noviembre de 2020, tras 11 meses de desarrollo. Nuestros primeros pasos en el periodismo lo dimos como Sala de Prensa, proyecto universitario que mantuvo vigencia por más de 7 años.
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