
Una bandera de rosa, azul y blanco colgaba de la fachada del Congreso de Puebla en el día de discusión por la Ley de Identidad de Género. En la calle principal del edificio de gobierno, al menos 24 miembros de la comunidad trans, aliadas y aliados alistaban el clamor por la aprobación de la Ley Agnes que esperaron por más de 7 años.
Frente a un televisor conectado a un negocio cercano vieron la sesión ordinaria de la LX Legislatura que duró poco más de 4 horas para el fallo final de la reforma por los derechos de las personas trans.
El ambiente de fiesta tenia contraste entre las intervenciones de los legisladores, al paso de la votación cerca de las 16:00 horas del 25 de febrero.
El debate abrió todos los sentidos, desde mociones a favor con respaldo, hasta comentarios transfobicos desde la ignorancia. Los discursos de odio fueron encasillados en el rechazo; unos más abstuvieron a la discusión.
Treinta y cuatro votos dieron el sí a la Ley Agnes, sobre cero en contra y 6 abstenciones. El coro afuera del Congreso repitió por casi 10 minutos el “¡Si se pudo! ¡Si se pudo!”, con abrazos, lagrimas, palmas, bailes y cantos.
En memoria de Agnes Torres la comunidad trans ofreció un minuto de silencio, y por las víctimas de crímenes de odio. “¡Si Agnes viviera, con nosotros estuviera!”.
“(La aprobación de la Ley Agnes) significa tener yo un nombre propio ya (en concordancia) a mi identidad de género. Y no nomas el mío, el de ellos y el de ellas, y dejar un legado, dejar ese legado a las nuevas generaciones”, compartió Cinthya Gabriela Chumacero, presidenta del Grupo Transgénero Puebla, para El Semanario Gráfico.
La celebración continuó con música de Gloria Trevi y una caminata a Palacio Municipal e izamiento de la bandera trans en el balcón principal.
La Ley Agnes
La aprobación de la Ley de Identidad de Género reformará y adicionará diversas disposiciones del Código Civil del Estado, buscando que las personas trans puedan hacer correcciones a su acta de nacimiento y modificar el sexo al que pertenecen sin el requisito de contar con intervenciones quirúrgicas.
Con los cambios, legalmente la identidad de género se entenderá como “la condición personal e interna, tal y como cada sujeto se percibe a sí mismo, que puede corresponder o no al sexo asignado en el registro primario”.
Mejor conocida como Ley Agnes en honor a Agnes Torres Hernández, psicóloga y activista trans, quien trabajó en investigaciones para presentar una propuesta al Congreso en la que las personas trans pudieran modificar su identidad de género en sus documentos antes de su asesinato el 9 de marzo de 2012.
La iniciativa fue presentada formalmente en 2016 por la diputada Socorro Quezada, pero fue desechada. De nueva cuenta en marzo de 2019, el diputado José Juan Espinosa presentó una nueva propuesta, pero también fue mandada al “congelador”.
Sobre la importancia de la aprobación de la ley, la activista Cinthya Chumacero dijo “dejarles un legado a las nuevas generaciones, a las infancias y a las juventudes trans (…) que ya pueden ejercer sus derechos como tiene que ser, ya pueden cambiar sus títulos profesionales por su identidad a lo que puedan ejercer, sean psicólogos, psicólogas, dentistas, no nomas somos estilistas, también hay profesionales”.
Durante la sesión del jueves, la diputada Rocío García Olmedo expuso sus propuestas reformatorias al dictamen. Una de ellas fue la de adicionar un párrafo en la página 11 de los motivos con el antecedente de la ley en el que se reconozca la labor de Agnes Torres y las veces en que la iniciativa fue presentada.
Además, recomendó retirar la intromisión en la parte del Código Civil llamada Nombre, pues el reconocimiento de la Identidad de Género Autopercibida se refiere al sexo. Y la modificación del artículo 831 con la inclusión de uno nuevo para esclarecer que el procedimiento es para la rectificación o modificación del acta, no para generar una nueva.
Un triunfo de activistas
Fue en marzo de 2013 cuando el Colectivo Transexual del Estado de Puebla, el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos y el Comité Orgullo Puebla presentaron el primer documento de la Ley Agnes al congreso. Esta fue enviada a la “congeladora” por las y los diputados.
El dictamen recuperó la propuesta que la activista Agnes Torres preparaba antes de ser asesinada.
Siete años después, el 24 de noviembre de 2020, colectivas feministas y trans tomaron pacíficamente el Congreso de Puebla. La toma que duró 25 días terminó el 18 de diciembre después de que las colectivas consiguieron un acuerdo con la Junta de Coordinación Política (Jocopo).
Los acuerdos más importantes a los que llegaron fueron la discusión de la Ley Agnes antes del 15 de febrero de 2021 y de la Interrupción Legal del Embarazo en abril, además de trabajar en la mesa interinstitucional de Alerta de Violencia de Género.
El 12 de febrero, a tres días del vencimiento del plazo acordado para la discusión de la Ley de Identidad de Género, colectivas trans se plantaron afuera del edificio del Congreso, pasando la noche ahí. Esperaron les recibieran un pliego en el que urgían la discusión de la ley, pero se fueron al siguiente día por la tarde sin respuesta.
Un día después del término del plazo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió al Congreso reformar el Código Civil del Estado de Puebla a favor de la Ley Agnes, recordando la importancia de la aprobación de la ley para las personas trans.
“(La aprobación de la ley) transforma a un grado de un 180° el activismo en Puebla, creo que se va a ejercer más todavía, más de los derechos de la comunidad LGBT como la comunidad trans para seguir adelante”, enfatizó Cinthya Chumacero.
El Semanario Gráfico inició circulación en noviembre de 2020, tras 11 meses de desarrollo. Nuestros primeros pasos en el periodismo lo dimos como Sala de Prensa, proyecto universitario que mantuvo vigencia por más de 7 años.
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