
El acoso y la hipersexualización hacia la mujer es una amenaza que las asecha en Internet. La privacidad de miles de ellas es expuesta ante desconocidos, parejas sentimentales e incluso familiares. En la actualidad, la violencia a la mujer no está limitada al contacto físico o piropos en la calle.
Es el ejemplo de la red social Telegram, aplicación que ofrece una gran seguridad a los usuarios protegiendo su identidad, donde existen diversos grupos secretos de hasta más de 21 mil participantes que comparten incesto, desnudos, videos de cámaras ocultas en espacios públicos e información personal de sus acosadas.
En una investigación realizada por esta casa editorial encontramos a “Los Elegidos”, grupo en el que están suscritos 23 mil 848 miembros. Dicho chat, cuenta con links y listas de canales con “diversas temáticas” y reglas específicas sobre el contenido que deben enviar sus integrantes.
El viernes pasado, Imagen Noticias publicó sobre la red “Cadena Olimpo y Amigos”, distribuidora de material sexual con 27 chats, que, tras su publicación en el noticiero, el equipo de información fue amenazado en Twitter y otras redes sociales por no “comentar sobre temas importantes”.
Acoso sexual en las redes sociales
La violencia contra las mujeres es consecuencia de las relaciones de desigualdad entre la sociedad; las redes sociales son un reflejo de la misma, desafortunadamente, en ellas, el alcance de cualquier contenido es inmenso y sin un descanso espacio-temporal.
Así, la cosificación femenina -verlas como objeto sexual- es un tipo de violencia simbólica que contribuye al mercado de explotación digital, como lo hicieron algunas cuentas chiapanecas en Twitter que el pasado 30 de junio compartieron mil 110 carpetas de “nudes” y contenido íntimo, actividad que se agrava en el país.
De diciembre 2018 a julio de 2020, la Guardia Nacional registró mil 648 reportes de delitos como pornografía infantil, acoso sexual, pedofilia, amenazas, difamación y robo de contraseñas.
A pesar del desalentador panorama, un caso exitoso es el de Olimpia Coral Melo, mujer que sufrió de la difusión de material intimo sin consentimiento, y luego de 5 años, en 2018, concretó una serie de reformas al Código Penal de Puebla para tipificar la violencia digital como un delito. La legislación adoptó su nombre un año después.
La Ley Olimpia
El 3 de diciembre de 2019, el congreso de la Ciudad de México aprobó la “Ley Olimpia”, un conjunto de reformas a los Códigos Penales de las entidades federativas y a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La normativa reconoce a la violencia digital (cibervenganza, ciberporno y acoso sexual) como un tipo de delito contra las mujeres. Condena con sanciones económicas o penas de cárcel de entre 3 a 12 años a quien difunda contenido íntimo (fotos, videos, audios) sin consentimiento en Internet.
Actualmente, solo en 16 estados de la República está vigente. Entre ellos Puebla, Oaxaca, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas, Guanajuato, Querétaro, por mencionar algunos.
Aunque aún falta un largo camino por recorrer, reformas como la Ley Olimpia, garantizan la protección de los derechos de intimidad personal y derechos sexuales para salvaguardar la integridad de las mujeres.
El Semanario Gráfico inició circulación en noviembre de 2020, tras 11 meses de desarrollo. Nuestros primeros pasos en el periodismo lo dimos como Sala de Prensa, proyecto universitario que mantuvo vigencia por más de 7 años.
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