El número de seguidores del Puebla de Larcamón ha caído desde que el equipo descendió al sótano de la Liga. La pasividad e inoperancia de los jugadores en la cancha -6 puntos de 21- ahuyentó varios; pero el triunfo de hoy sobre Querétaro (1-0) podría rescatar a algunos.
En ofensiva La Franja adolece de no tener un rematador. El venezolano Fernando Aristeguieta agotó su crédito y pagó la séptima fecha con la banca. Guillermo Martínez, llegado de la Segunda División, muestra más iniciativa de titular, pero sin expertis ni personalidad en el área.
La ansiedad de Puebla y Gallos por romper la red desahogaron, al inicio del juego, dos tiros de cabeza contra las metas. Primero, Nicolás Sosa (QUE) peinó el balón cruzando el poste derecho. Segundo, Martínez picó con la frente, alejado del travesaño.
Entre lapsos de 5 minutos los rivales intercambiaron el control de la pelota empecinados a la fortuna de que alguien marcara. Los emplumados marcaron dos goles cerrando el primer tiempo, ninguno contó por fuera de juego.
El uruguayo Jonathan Dos Santos Duré definió de cabeza asistido por Pablo Barrera, y luego barrió a pase de Kevin Ramírez, el VAR anuló el 2-0 de Querétaro. La salida de los poblanos al descanso, entre música de viento.
A 10 minutos del complemento, Daniel Álvarez acabó con el desastroso ataque camotero hilando un toque de pared con Guillermo Martínez. Cruzó la bola por el centro del campo, pisó en la media luna al compañero y disparó el recorte al segundo palo del arquero Washington Aguerre. Levantó las manos, sacudió su ropa y dedicó el tanto a su hijo por nacer.
Lo que resto del encuentro vivió empantanado, los suplementos pasearon por las áreas contrarias con lamento. Aristeguieta entró de cambio y salió en menos de 15’’ tras un choque con Jesús Doldán, quien después fue expulsado por pisar en el abdomen a Amaury Escoto.
Nicolás Larcamón respiró hondo al oír el pitido final. La estancia del argentino durara por otras dos semanas; tras el parón por la fecha FIFA recibirán al Atlético de San Luis, y de ganar alcanzarían los puestos de repechaje. Salir del sótano ligero basta de un gol.
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