
Mujeres tomaron una vez más las calles de la ciudad de Puebla con motivo de la décima Marcha de las Putas. Pintaron su recorrido de color magenta y morado en un grito ahogado de justicia contra feminicidios y reconocimiento de derechos humanos.
Banderas rosadas, moradas y verdes ondearon con el viento de la tarde en un circuito de cuatro kilómetros de caminata. Activistas y miembros de colectivas feministas transmitieron orgullo y felicidad por la décima reunión anual interrumpida que ni la pandemia pudo detener.
Los gritos de las mujeres fueron escuchados por algunos curiosos y simpatizantes que apoyan el movimiento feminista, pero que solo podían observar. “Ahora que estamos juntas”, “Somos las voces que nunca se callarán” y “Somos las voces de las que ya no están”, clamaron en lonas y cartulinas.
Al ritmo de los tambores, cucharas y silbatos pronunciaron las consignas: “¡No! ¡Que te dije que no! ¡Pendejo, no! Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía ¡Porque no! ¡Que te dije que no!”.
Un aproximado de 100 mujeres iniciaron la caravana en el zócalo de la ciudad, durante la movilización el contingente se nutrió y en el punto de reunión, el Congreso de Puebla, cerca de 150 mujeres desgarraron sus voces por justicia y alto a casos de feminicidios.
El apoyo feminista en el Congreso del Estado
Las mujeres que desde el 24 de noviembre mantienen un plantón en el Congreso del Estado, durmiendo en casas de campaña, con un baño portátil y víveres donados, adornaron la calle con papel picado de color verde y morado en espera de sus compañeras.
Desde el balcón, con el rostro tapado de diferentes colores como morado, verde o la bandera del orgullo, las mujeres que luchan por la despenalización del aborto recibieron la llegada de las manifestantes, quienes llegaron gritando: “¡Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer!”.
Con música popular de fiesta, las mujeres saltaron, gritaron, bailaron, aplaudieron en festejo y bienvenida a las compañeras que se encontraron en la toma del Congreso, para demostrar que no estaban solas.
“Esta vez nos encontramos para exigir nuestro derecho a ser libres, a decirle al patriarcado este cuerpo no se toca, no se viola (…) Hoy cantamos con fuerza porque vivas se las llevaron, vivas las queremos, porque las asesinadas serán vengadas”.
No hay feminismo sin personas trans
Horas después, otra marcha que salió del poniente de la ciudad rumbo al Congreso para exigir un reconocimiento a las personas trans.
Con ánimos y gritos, personas del movimiento pararon el tráfico y se movilizaron, de lado a lado sujetaron con orgullo la bandera trans que se componía de colores pastel como celeste, rosa y blanco.
El silencio que invadía las calles del centro hasta el congreso del Estado fue roto, gritaron varias veces: “¡Ley de Identidad en Puebla ya!”, las personas que pasaron por el lugar solo observaron el recorrido que con lonas, carteles y banderas de la comunidad exigían un alto a la discriminación y crímenes de odio a la comunidad.
“¡Estamos con ustedes! ¡Los hombres trans también abortan!”, gritaron a los colectivos feministas. Al finalizar, como símbolo de apoyo, la comunidad trans hizo entrega de su bandera a las colectivas feministas.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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