
@gab_spinoza
En medio de la crisis sanitaria, una caravana de 3 mil migrantes, en su mayoría de origen hondureño, llegó a la frontera México-Guatemala el pasado 1 de octubre con destino a Estados Unidos. Luego de que gobiernos centroamericanos cerraran sus fronteras para evitar la propagación del coronavirus.
Ante esta situación, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, reiteró a la opinión pública que “se ha dado la orden de que sean detenidos (los migrantes) y retornados a su país todos aquellos que entraron en el territorio guatemalteco ilegalmente. No permitiremos que alguien con métodos ilegales para ingresar a este país crea que tenga el derecho de venir a contaminarnos”.
De acuerdo con información de Reuters, por los bloqueos y choques con la policía guatemalteca, algunos grupos decidieron dispersarse y regresar a la frontera con Honduras, otros permanecen resguardados en pequeños campamentos debido a las condiciones climáticas y perdidas de dinero.
Ayer, elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y migración recibieron la orden de blindar la frontera con Centroamérica y diluir a los contingentes que pretendan cruzar territorio mexicano, esto a un mes de que se realicen las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El Sistema Nacional de Control Biométrico Migratorio en Honduras manifestó que 143 connacionales pidieron retorno voluntario, porque “en la frontera de Guatemala y México, el presidente mexicano dijo que nuestras normas no son correctas y que estamos violentando muchas leyes”, explicó Nelson Aguilera, migrante unido a la caravana.
“Mucha casualidad”, dice el presidente López Obrador de las caravanas
En la conferencia mañanera del pasado viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró “muy raro que salga esta caravana en víspera de la elección en Estados Unidos”, y que su gobierno daría seguimiento al grupo para evitar cualquier confrontación.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México anunció posibles sanciones de 3 días hasta 3 años de prisión a quienes pretendan pasar territorio mexicano de forma ilegal, y penas entre 5 y 10 años a quienes pongan en peligro de contagio la salud de otro, en Chiapas y Tabasco.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno prevenir actos que vulneren las garantías de los migrantes en el país. A pesar de las advertencias del gobierno mexicano, parte de la caravana continúan con sus planes, pues los centroamericanos huyen de la pobreza y violencia de sus países.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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