
México no solo enfrenta la emergencia sanitaria por el Covid-19, la disposición de confinamiento ha elevado los índices de violencia domestica hacia las mujeres, problemática que se agrava cuando las autoridades no pueden dar atención inmediata.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), en los primeros 3 meses de este año la violencia contra las mujeres y, particularmente, las denuncias por violencia familiar aumentaron en un 28%, reveló Norma Pimentel, presidenta del Capítulo Puebla de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados.
La magnitud del problema es alarmante si se considera que el apoyo y seguimiento de miles de mujeres víctimas de violencia está en pausa durante este aislamiento social, además de los canales de comunicación que no cumplen con su función.
Al respecto, Natalia Hernández Arias, presidenta del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (CAFIS), aseguró que no basta con visibilizar la violencia de género en la familia, sino que se necesitan campañas, estrategias y políticas públicas para la protección de niñas, adolescentes y mujeres en México.
Manifiesto de las OSC de Puebla
Con el objetivo de tomar acción contra la violencia a la mujer durante la cuarentena, un grupo de activistas y organizaciones como CAFIS, el Centro de Asesoría para el Desarrollo Indígena (CASDI), la Barra Mexicana de Abogados Capítulo Puebla y 33Mujeres, presentaron el Manifiesto de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) de Puebla.
El documento fue expuesto en conferencia de prensa por redes sociales el pasado martes, en el se exhorta a las autoridades diseñar un plan de emergencia con perspectiva de género e interseccional, dirigido a la prevención y atención de las diversas formas de violencia contra las mujeres, trasparentando y visibilizando las medidas implementadas durante el COVI-19.
Conformado por 15 puntos específicos, el manifiesto aborda temas como el reconocer las condiciones que enfrentan mujeres en contextos rurales e indígenas, la necesidad de atención a la salud mental durante la contingencia, el fortaleciendo de la capacidad operativa de instituciones y refugios para las mujeres, así como de las campañas de promoción de derechos sexuales y reproductivos.
De igual forma se propone que las organizaciones civiles y organizaciones internacionales sean consideradas por las autoridades en cuanto al monitoreo de la violencia de género, procurando una colaboración entre gobierno y sociedad.
Así la violencia de género dentro del núcleo familiar no terminará el día en que mujeres y hombres regresen a las calles, sino que la resolución a este problema dará iniciando en el momento en el que tanto el gobierno como los ciudadanos visibilicen y actúen entorno las agresiones que sufren cotidianamente las mujeres en el país.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Toda la información al momento