El delantero Santiago Ormeño salió de cambio al minuto 76, pidió un balón desde la portería sur y posó frente a las cámaras en la esquina del campo, sonrió y levantó el pulgar. Jamás olvidará la noche del 12 de febrero de 2021, el día que marcó su primer hat-trick (triplete) en Primera División a sus 27 años de edad. Y que de paso sumó al triunfo apabullante del Puebla 4-0 a Juárez.
La fortuna sonrió al Puebla dirigido por Nicolás Larcamón, que venía de tres partidos completos sin anotar. El 11 titular poblano protagonizó íntegro en líneas como nunca antes. Todo funcionó en el diseño táctico, incluso superó las expectativas. También despidió el riesgo de multa por últimos lugares porcentuales, habituales –últimas posiciones- en el equipo de La Franja.
Sobria, ofensiva, precisa, fue la estrategia de los poblanos ante los fronterizos de Ciudad Juárez. En el inicio el colombiano Omar Fernández libró la marca por el costado izquierdo y asistió al primer tanto de Santi Ormeño. El cruce de Fernández exhibió la tenue defensiva de Bravos, Ormeño se abrió espacio frente al marco y pegó el esférico a segundo poste, abusando de la lenta salida del arquero Enrique Palos.
Bravos buscó recuperar el empate combinando en ataque a Flavio Santos, Darío Lezcano, Matías García y Marco Fabián, pero la ineficacia de sus defensas centrales Víctor Velázquez y Hedgardo Marín irrumpieron el proceso.
Por segunda ocasión, el colombiano Fernández pisó la carrera en medio de la cancha, tirado hacia el oeste del rectángulo después de un balón recuperado de tiro de esquina. Cambió el juego para Christian Tabó en derecha, Tabó férreo miró al portero Palos y pintó su remate dentro de la red. Tan exacto y justo.
El 2-0 no fue engañoso, sí una avanzada del lateral George Corral hacia el área chica rival que compró Alberto Acosta, concediendo un penal. Santiago Ormeño convirtió al centro de la portería juarense.
Entre el pavor del asalto, los Bravos de Juárez abrieron por cuarta vez su puerta, Omar Fernández aportó su tercera asistencia y Ormeño su tercer gol. Desborde por izquierda, amague, cruce, punterazo del delantero poblano sin reacción para Enrique Palos.
Sobre el final el técnico Lacarmón reemplazó a sus tiradores –Ormeño, Fernández y Tabó- dejando el campo libre a la visita. Lezcano intentó de cabeza, Eryc Castillo probó con el pie izquierdo, y en ambas despegó el cancerbero Antony Silva.
La goleada dio respiro al Puebla que no encontraba gol ni triunfo. A 2 de 10 puntos antes de llegar a mitad de la temporada; la mitad de los 20 con los que pasó a repechaje y Liguilla con Juan Reynoso.
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