
La iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para modificar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), terminó de soterrar la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto. El proyecto presentado a inicios de febrero por el Ejecutivo en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, finalizó con su aprobación a un mes de su llegada.
La discusión general en los dos poderes legislativos, en su mayoría conformados por la bancada de Morena, terminó en la Cámara de Diputados con 304 votos a favor, 179 en contra y 4 abstenciones, aprobada tanto en lo general como en lo particular. Después avanzó al Senado de la República, donde se aceptó con 68 votos a favor y 58 en contra. La aprobación de la iniciativa el pasado 3 de marzo generó un retroceso para el país.
La rapidez con que fue acogida la reforma generó una falta de estructura y estrategia. Los diputados sometieron con prontitud la iniciativa del presidente López Obrador; todos en su mayoría dieron el ‘sí’, a pocos días de tomar licencia al cargo, que permitirán que 31 diputados en general busquen otro puesto y renovar su función pública en las elecciones de 2021.
Los cambios que resaltan en la reforma son: priorizar la inyección a la red de la energía eléctrica generada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), teniendo como nuevo orden las energías hidroeléctricas de la CFE más otras centrales, luego las renovables privadas y por último los ciclos combinados privados, el segundo cambio es flexibilizar el otorgamiento de los Certificados de Energía Limpia (CEL) y, por último, eliminará el autoabastecimiento.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, declaró que la reforma tiene tres temas importantes, como mantener la continuidad del despacho eléctrico, asegurando que “la primera condición para despachar la electricidad será a través de las hidroeléctricas”, así como también harán uso de la energía geotérmica y nuclear, mencionó que estas son energías limpias; posteriormente Nahle remarcó que al final se despachará la eólica y la solar.
La reforma a la LIE, un retroceso para México
Las disposiciones que pone la nueva reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) remite un regreso poco favorable para el país, la principal esencia de esta iniciativa es eliminar el Mercado Eléctrico Mayorista, generando una serie de cambios en beneficio de una sola industria, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), despachando la energía más cara y contaminante.
Al mismo tiempo, la modificación va en contra de los acuerdos internacionales, la cual prevé que la regulación sectorial no incremente restricciones, violando acuerdos con el tratado que se tiene con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como en materia de inversiones, competencia económica, transparencia y no discriminación de proveedores extranjeros en compras públicas, de igual manera atañe contra los acuerdos internacionales que se tienen sobre el uso de energías renovables para combatir el cambio climático.
La reforma del presidente López Obrador precisó una falta de análisis en el área económica del país, las inversiones que algunas empresas han dejado para poder producir energías limpias se verán afectadas, arriesgando 40 mil millones de dólares solo por un decreto poco estructurado, debido a que la Ley podría dejar obsoletas las inversiones que han realizado estas empresas.
El monopolio que la Ley de Industria Eléctrica le dará a la CFE
La aprobación de la iniciativa implica que el país se verá envuelto en una red controlada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), su propuesta es distribuir primero la energía generada de la comisión, sin importar que tan contaminantes y costosas sean para el país. El beneficio total será para el distribuidor de energía eléctrica CFE, debido a que se posiciona como el prioritario en el orden que se maneja.
En otra instancia, las energías limpias solo recibirán las sobras que genere el monopolio principal, por lo tanto, se verán afectadas debido a que no se apuesta por ellas, si bien existe un riesgo que es la intermitencia – la falta de condiciones ideales ya sea de sol o el viento, para satisfacer la demanda – esto se solucionaría teniendo más puntos para captar la energía solar y eólica. En carácter ambiental, el impacto que esta Ley tiene en el país se verá reflejado a largo plazo.
“Ya el cambio climático es una realidad, ha cambiado nuestras vidas (…) y si no tenemos la creatividad, la fortaleza y generosidad para enfrentarlo será muy difícil como humanidad que lleguemos a un mejor lugar, esa parte es la que más preocupación me causa de la política energética actual, me parece que sin ninguna duda tiene una completa ausencia de esa responsabilidad con las generaciones que siguen y no tiene ninguna consideración ambiental”, expresó la especialista en energía Montserrat Ramiro, en foro organizado por el IMCO.
La reforma que planteó López Obrador utilizará principalmente recursos con poca eficiencia al cuidado ambiental, un ejemplo de ello es la dependencia de combustibles fósiles. Asimismo, el Coordinador de Energía del IMCO, Oscar Ocampo, mencionó que los apagones que se vivieron en febrero reflejaron la dependencia que tiene el país al suministro de gas en Texas, debido a la falta de almacenamiento por parte de la CFE.
“Fue a causa de la interrupción en el gas, el suministro de gas natural de Texas a México (…). En México acertadamente se hizo desde 2011, la CFE emprendió un plan muy ambicioso por la expansión de los gasoductos a conectarnos con el mercado más competitivo del mundo en gas natural que es Texas que resulta estar al lado de la frontera, el error ahí es que no se invirtió en almacenamiento”, explicó Ocampo.
En respuesta a los apagones generados, el Director General de la CFE, Manuel Bartlett, asumió que el problema fue a causa del corte emitido por Texas, justificó que su empresa logró controlar esta falta, tachándola de una gran hazaña.
De acuerdo con Montserrat Ramiro, la CFE generaría más energía con esta nueva Ley, pero la consecuencia en la distribución se verá en un aumento de tarifas que afectan a los consumidores de energía.
“El 80% de los costos de la generación es el precio de los combustibles, (…) CFE no es una empresa que haya invertido en renovables, y por lo tanto su estructura de costos es ineficiente”, puntualizó.
El Semanario Gráfico inició circulación en noviembre de 2020, tras 11 meses de desarrollo. Nuestros primeros pasos en el periodismo lo dimos como Sala de Prensa, proyecto universitario que mantuvo vigencia por más de 7 años.
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