
I
La primera vez que entramos a un medio de comunicación, como reporteros o fotógrafos, estábamos llenos de ilusión.
En la marcha íbamos aprendiendo, conocimos mucha gente y vivimos una realidad distinta a la eterna en salones de clases.
Lo disfrutamos tanto que no importaba el tiempo. Ahí estábamos y no pedíamos nada a cambio, era (es) un gozo.
Heredamos Sala como lo hicieron generaciones por más de 7 años, ahí era un medio universitario.
II
Conocíamos sin saber nada. Teníamos la intuición, pero no el entendimiento. Caminamos donde veíamos luz, tocamos cuantas puertas había a la vista y seguíamos en el encanto.
También tuvimos malos ratos, a gran o baja escala los hubo.
Recibimos en un año y medio a más de 12 que compartieron nuestro sentido de aprender a hacer periodismo, o por lo menos conocerlo.
Nos inyectaron energía para caminar a prisa, tocar más fuerte e ir por rutas nunca trazadas.
A finales de 2019 nos entró la idea de El Semanario Gráfico.
III
El nombre, el diseño, la renovación de contenidos, nos tomó 11 meses. Y siempre seguiremos en ello.
Cayó la pandemia. Vivimos a nuestro modo en casa, y en algún momento nos llegó una segunda etapa de adolescente que creó caos.
IV
Creyeron en nosotros, en nuestro trabajo, en una visión descabellada y a medio plan de darle el ultimo empujón a Sala de Prensa en su transición.
Plata en caja, pagos y a finales (el 25) de noviembre develamos El Semanario Gráfico.
Nos cogió fin de año y ocupamos los días de diciembre para ponernos a tono.
V
Así como lo pensamos nos tocó otra realidad, la de verdad. Aquella que solo padecen los medios independientes en sus inicios y que recordaran sus fundadores eternamente.
Ahora, después de, formalmente, tres meses de operación vamos caminando de nuevo. Un reinicio como el de hace dos años.
Con la misma fantasía e ilusión imaginaria que da sentido y por la que estamos aquí.
Pudimos esperar el tener más edad, experiencia, recorrido en el campo, pero nuestra juventud cuartó todo.
VI
La juventud es atrevida y descarada, fresca sin temores o impresiones que nublen su vista hasta que topan con la pared.
En un extraño y loco comparativo sabemos qué hacemos lo mismo que los treintones o cuarentones o cincuentones, a nuestros veinte.
Porqué nuestro rango de edad está entre los 20 a 22 años, aún.
VII
Vemos a los grandes, a los viejos, a los de nuestra edad, paseamos por un punto medio y esperamos pronto alcanzarles.
Negamos en momentos lo que pueda pasar en el futuro, a cualquier hora algo se puede quebrar y todos a otra casa. Pero tenemos el entusiasmo más vivo que planificamos por un mes de anticipo.
VIII
Jamás negaremos nuestro pasado, porque por quienes cultivaron Sala de Prensa estamos aquí, y ojalá compartan lo que nos inculcaron cuando llegamos: “el gusto de hacer periodismo”.
Continuaremos con ese proyecto. Seguimos abriendo la casa a los de niños de 18, 19, 20 años; a los que timbren la puerta.
IX
Agradezco infinitamente a todos los que han acompañado, apoyado y edificado lo que hoy es El Semanario Gráfico.
Omitiré sus nombres por temor a olvidar alguno. Mi gratitud siempre.
X
Y siguiendo a viejos compañeros no tan viejos, el movimiento del negocio se seguirá heredando. Ya no como antes porque resulta que hay dueños. Así como hicieron jefes, nosotros los haremos igual.
¡Buena vida al Semanario Gráfico!
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
DIEGO DIEGO
VALERIA CANDIA
DERIANT ‘ZIKI’ LUNA
CONSEJO EDITORIAL
FERNANDA LÓPEZ
OSCAR RODRÍGUEZ
ANEL ESGUA
REPORTEROS Y FOTOGRAFOS
MARYTERE PAVÓN
KARLA CERVANTES
LAURA ESPÍNDOLA
KATIA FERNÁNDEZ
BRENDA TIMAL
ABIGAIL GONZÁLEZ
EDITORES
LUIS CONDE
MARCO MAURICIO
El Semanario Gráfico inició circulación en noviembre de 2020, tras 11 meses de desarrollo. Nuestros primeros pasos en el periodismo lo dimos como Sala de Prensa, proyecto universitario que mantuvo vigencia por más de 7 años.
Toda la información al momento